domingo, 27 de abril de 2014

MIS DICHAS Y MIS TRISTEZAS EN EL CAÑÓN DE RIO SUCIO

Mi nombre es Ancizar Shnaith Jaramillo García. En enero del 2013 entre por primera vez al cañón de rio sucio como docente, en una tierra totalmente desconocida para mí, ingrese por quebrada del medio, mis expectativas eran demasiadas, en este largo viaje me acompaño un señor el cual no pronunciaba palabra alguna, sin embargo me sentía muy feliz, el paisaje era bellísimo, fuimos encontrando casitas solas en el medio de la selva y yo le preguntaba al señor que tenía aspecto de ogro, que pasa que no hay gente y el continuaba callado, no le di mucha importancia y seguimos caminando durante dos días más hasta llegar a la escuela la flecha, la cual era mi lugar de destino, cuando llegue dijeron algunos padres de familia carnita fresca, no sabe lo que le espera, al ver este lugar tan desolado, sin señal telefónica y la gente tan misteriosa me arrepentí totalmente de haber tomado la decisión de trabajar en este destierro; pero no me iba a dar por vencido tan fácilmente y dije aquí me quedo, la primer noche me toco dormir solo en la escuela, no había apartamento, colgué una hamaca en el único salón que había, estaba muy cansado y me acosté, a las dos de la mañana desperté y sentí algo extraño, no era de este mundo, intente ponerme de pie pero no pude, era algo aterrador, me arrope de pie a cabeza, no sabía qué hacer, de momento sentí que sujetaron la maca por debajo, me quede paralizado y no supe más de mi hasta el otro día, fue la peor noche de mi vida; cuando me desperté ya eran las ocho de la mañana y empezaba trabajo a las nueve, me levante y me organice y luego empezaron a llegar los niños, inicie clases con 17 alumnos, todos muy feliz porque había llegado profesor, las ganas de estudiar se les veía por encima. No sabía si acabar con la ilusión de estos chicos o continuar en este lugar realizando mi maravillosa labor, para eso me había formado como docente; tome la decisión de quedarme veinte días en esa vereda, no hubo noche que no me asustaran, le preguntaba a los niños y a las personas que iban a la escuela que si en este lugar asustaban y me dijeron profe no se preocupe si escucha algo raro es el viento. Cada vez me confundía más savia que me estaban ocultando algo muy malo; y así pasaron esos veinte días, llego el día de mi salida y dije gracias a Dios salgo de este infierno, los niños se despidieron y me dijeron que la virgen lo cuide mucho y vuelva pronto, queremos estudiar, en el camino reflexionaba sobre lo que me habían dicho y tome la decisión de volver. A pesar de alejarme de este lugar sentía que alguien me seguía, la mula en que iba orejeaba y miraba hacia atrás, cada vez me asustaba más y no veía la hora de salir de este monte. Llegue a Ituango y lo primero que hice fue llamar mi familia y les conté lo que me pasaba, mi madre me dijo eso es un entierro tiene que ser fuerte y esperar que el espíritu le muestre el sitio donde está el tesoro y le dije lo voy a intentar. En esta ocasión me lleve a mi compañera sentimental Kelly Johana Macías para que me acompañara en este destierro, emprendimos el viaje y los tres días llegamos y de una vez dijo esta es una escuela fantasma, se respira un olor a muerte, anocheció hicimos comida y luego organizamos un campi y nos acostamos. El espíritu no tardó en hacer presencia, la lluvia era muy fuerte, los relámpagos iluminaban todo nuestro alrededor, escuchábamos que alguien se quejaba y de repente se nos apareció un hombre parado frente a nosotros con aspecto horroroso, estaba en estado de descomposición, no tenía ojos y le salían gusanos de todos los orificios del cuerpo y nos hacía señas que fuéramos donde el, mi compañera inmediatamente quedo desmayada, yo quede paralizado pero sin embargo hice el esfuerzo y me puse de pie y lo seguí hasta un árbol gigante que había en la cancha y la criatura allí se desapareció, me acerque hasta la raíz del palo y levante unas rocas cuando vi una foto de una mujer la cual ya estaba muy borrosa, la cogí y me la lleve, la seque al calor del fuego y era una hermosa mujer, mi esposa continuo dormida toda la noche y al otro día le conté lo que había pasado y me dijo gracias a Dios que no le paso nada, le contamos lo sucedido a un viejito que pasa en ese momento por la escuela y nos dijo que habíamos sacado una alma de pena y que ese sitio era un cementerio y que hacía un año que habían matado a un joven que está recién casado y lo habían enterrado en ese lugar, agacho la cabeza y se le vinieron las lágrimas y dijo ese era mi hijo. Desde esa conversación no volví a ver este señor; de ahí en adelante no volvimos a escuchar ruidos extraños y las noches eran en completa calma, en esos días mi esposa quedo en embarazo y vivimos muy felices durante el tiempo que estuvimos en la flecha, nos despedimos de esa vereda el dieciocho de noviembre del dos mil trece, y en este momento mi esposa está a punto de tener una hermosa bebe la cual es la alegría de nuestro hogar.

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